Mi Conversión

Mi nombre es Laurentino López Aldana de Nacionalidad colombiana, Pastor Presiente de esta misión.  En el transcurrir de mi vida, tiempo atrás experimente muchas dificultades en las cuales me involucre, y me trajeron grandes percances que no podía resolver.
Siendo yo un empresario en crecimiento, administraba mi empresa, y todo lo que conlleva esto: empleados, impuestos, procesos, maquinaria, vehículos, y demás, lo cual me permitió manejar una mejor economía y una excelente capitalización.
A medida que crecía la empresa, se hacía más indispensable los controles y al realizar los balances de la compañía junto con mi secretaria, empezamos a ver una diferencia notoria entre la materia prima versus lo realmente facturado, arrojando un déficit muy pronunciado de materia prima; al no tener una razón apropiada para esta diferencia, empecé a investigar exhaustivamente e indagando hasta con el mismo vecindario, encontré un desfalco realizado por los propios conductores de las camionetas de reparto, los cuales camuflaban la mercancía abajo en el chasis para luego sacarla y venderla.

Denuncie los hechos, pero lo que ignoraba era todo el andamiaje y maquinación que se venía dando desde mucho tiempo atrás, convirtiéndose en un robo continuado, dado que uno de los conductores involucrado tenía tres años de antigüedad en la compañía, y peor aún: ignoraba sus nexos con bandas organizadas del hampa. Básicamente este empleado cumplía la labor de “campanero” es decir, la persona que avisa los movimientos de los negocios y sus dineros para que sus secuaces cometieran el hurto. Al verse descubierto, su reacción fue planear mi muerte. Junto con sicarios empezó una persecución contra mi vida lo cual me obligo a salir de la ciudad hacia otros departamentos del país, entre ellos Tolima; deje que pasara el tiempo para calmar las cosas, sin embargo, las llamadas de intimidación no cesaron, amenazas como “sus días están contados” acompañado de un sin fin de vulgaridades que no se alcanzan a imaginar, al punto que sentía miedo de contestar cualquier llamada. La situación llego a tal extremo que no podía sentir ninguna clase de seguridad; perseguido y aterrado opte por recuperar mi seguridad por medio de las armas de fuego, o solicitando servicio de escolta a la policía nacional, pero todo esto era insuficiente, dado que no podían estar conmigo las 24 horas. A pesar de tomar estas medidas, las amenazas no cedieron, al contrario, se incrementaron.

Al regresar nuevamente a la ciudad (Bogotá) los ataques siguieron y no cesaron, y entre amenazas y persecuciones, conocí a una joven mujer, nuestro vinculo no era muy fuerte, sin embargo, al pasar el tiempo le di a conocer mi situación de persecución y que no tenía muchas alternativas, y aquí viene la mejor respuesta que puede haber recibido por parte de esta joven: “Buscar a Dios, es la única salida”.
Viendo mi vida, imposibilitado en medio de un mundo muy oscuro, estrecho, sin respuestas ni salidas, de pronto pasa lo inimaginable: algo se venía tejiendo detrás de mí vida.
Yo sabía de Dios por medio de la escuela pública, crecí con un Dios y su gobierno celestial lejos de mi vida, nunca estuvo en mí imaginarme que “manifiestas son sus obras”.
Para entender un poco mejor el contexto, quiero remontarme un poco a mi juventud: mi madre, se involucró practicando y trabajando en la brujería y hechicería, esto era algo velado para mí. Mi hermana, con el tiempo también se involucra en este mundo oscuro de brujería y hechicería bajo otras circunstancias. Aunque crecí en medio de este ambiente yo nunca creí en el diablo, en la hechicería, o brujería y siendo hermanos nunca tuvimos una relación estrecha, cada cual, en su trabajo con vidas separadas, desconociendo la vida de cada uno.
En el momento que se presenta este problema de persecución y amenazas, mi madre es atacada muy fuertemente desde el mundo de las tinieblas, desestabilizándola y angustiándola a tal punto que tenía que salir corriendo para buscar descanso sin encontrarlo. Esto la obligo a buscar un camino diferente, y es cuando mi querida compañera con la cual ya se había estrechado a un más la amistad, la guiara con la única respuesta posible para esta situación: Conocer a Dios. Sin alternativas empezó a asistir a una iglesia cristiana, donde por obra del Espíritu Santo y a través de la Pastora de ese momento, le mostro que se encontraba atada por espíritus de hechicería y Brujería, pero si ella quería podría ser libre porque el Señor la quería libertar; mi madre aceptó, se propuso y comenzó a conocer a Dios. Con éxito el Señor empezó a libertarla, en un momento cualquiera, muy enferma, pero no en su parte corporal, sino en la parte espiritual; la Pastora se acerca para darle una visión que tubo por parte del Señor y le pregunta:
– ¿Su hijo tiene Vehículo?
– A lo cual mi madre afirmó que sí
– Porque yo veo que le hacen unos disparos y le quitan la vida.

Mi madre angustiada me espero en la casa, y en medio de las escaleras me confronta diciéndome que mi vida está pasando por un momento crítico, y a pesar de ser incrédulo y escéptico me dice que, al parecer, alguien quiere tomar mi vida. Me sentí muy conmocionado, dado que en mi casa nadie sabía mi situación, me separaba y sufría solo con la excusa de atender negocios, pero en el fondo era que me encontraba huyéndole a la muerte. Solo me preguntaba cómo era posible que se enterara si yo nunca hablaba con ella de mi situación, entonces confronte a mi compañera por si acaso era ella la que había comentado mi situación, sin tener respuestas satisfactorias, la única guía fue la misma
¡Busca a Dios¡, y yo pensaba, pero ¿Cómo?, si Dios está muy lejos le dije, a lo cual me respondió: no, Él está más cerca de lo que nos podemos imaginar, y no lo sientes cerca porque no lo buscas, la biblia lo confirma “MANIESTAS SON SU OBRAS”, Él se muestra en todo lo creado o ¿De dónde viene el sol, el agua, las plantas, sus frutos, de donde todo esto, sino de la Creación de Dios?.

Después de esto me quede pensando: tiene razón, alguien tuvo que haberlo hecho. Así comenzó mi proceso, entendiendo que aparte de lo que veía, había una fuerza muy poderosa que creaba todo lo que había a mi alrededor, comencé entonces a congregarme en la iglesia, donde experimenté muchas cosas; manifestaciones que consideraba que no eran para alguien que se había deleitado en el mundo, entre el alcoholismo, cigarrillo, promiscuidad, lascivia y placer sexual, buscando ese anhelado amor, encontrando un amor vacío que nunca, nunca lo pude llenar. Alguien tan pecador como yo, no era posible que experimentara este tipo de cosas; pero Dios ya venía trabajando en mí, ya que el cigarrillo, la lascivia y la promiscuidad solo daban resultados verdaderamente vergonzosos, y me permitió ver que era un esclavo de todo esto. Entre los 35 y 45 años, pude dejar la esclavitud a todo, sin embargo, me di cuenta que yo no busque a Dios por piadoso, creyendo en Él como mi Salvador, sino por una necesidad, sin otro recurso, con todas las puertas cerradas, solo veía una luz que podría ser Dios, un Dios que no conocía, pero que se estaba haciendo real en mi vida. Era el momento de levantarme, conocerlo y fue cuando empecé a asistir a la iglesia cristiana, encontrándome en una iglesia más bien no muy llamativa, físicamente era sencillo, era un lugar pequeño, con sillas de madera y con un grupo de ancianas muy mayores, de 60 años para arriba, pero había algo diferente; en el lugar se elevaban notoriamente voces entonando unos canticos con un contenido muy espiritual, que agradaron a mis oídos, sin embargo, habían muy pocas personas, aproximadamente unas 20 contándome, todo esto no era muy atrayente para mí y quería más bien salir de allí, pero sin poderlo hacer. De repente, aparece un hombre joven con una biblia, y empieza a predicar en un atril pequeño, de tal manera que me sentía descubierto, parecía que supiera mi vida. ¿Será que ellos saben? pero no había nada lógico en esto y me preguntaba ¿qué era lo que estaba pasando? Y ¿por qué ellos sabían de mi vida?
Pasados los días, seguí el camino espiritual con ayuda de mi compañera, me explicaban y guiaban, hasta llegar a un paso muy decisivo e importante: al paso en el que tenía que sepárame de mi compañera, pero una separación dura para mí, dado que tenía que ser de cuerpos, es decir, debía apartarme de la fornicación; así que empecé a depender de Dios, pidiendo que me revelara cual era mi destino y el de mi compañera. Y por la Fe me doblegue, permitiendo que Dios obrara, lo cual me llevo a tener por primera vez una visión muy hermosa:
Me encontraba en una parte muy alta en cierto territorio colombiano, miraba hacia la parte de abajo, donde se encontraba una especie de loma, veía que ahí venía una muchedumbre, yo podía entender que dentro de esas personas estaba el Señor Jesucristo junto con los apóstoles; sin poderlos identificar, seguía mirando con muchísima expectativa diciéndome: yo tengo que mirarlo y tengo que verlo de cerca,  en medio de esa emoción y de ese desespero por conocer al Señor Jesucristo con expectativa y gran gozo, seguía viendo muchísima gente, acomodándose para ver al Señor Jesucristo, entonces, escuche una voz que venía desde las nubes y salió como un rayo láser y dijo:
“En la multitud hay un hombre quien yo voy a ungir en esta tarde”.
Yo todavía quede más a la expectativa, y escuche la voz como de trueno y yo decía dentro de mí: ¡oh, este es Jehová de los ejércitos, este es Jehová de los ejércitos ¡
Mientras observaba el rayo láser que caía desde el cielo, me concentraba en poder reconocer entre la muchedumbre quien sería el ungido, levante mi mano y de pronto el rayo estaba sobre mí, este penetro en la parte interna de mi muñeca, y recuerdo decirme: ¡Esto es imposible, esto no puede ser para mí! La voz nuevamente dijo que iba a ungir a uno de los llamados, y esto me dejo pensando muy profundamente.
En la misma semana, tuve una segunda visión:
Yo me encontraba en un riachuelo cerca  a la caída de un chorro de agua, como el salto de Tequendama (un sitio turístico en Colombia), con unas grandes piedras y emergí como un gigante muy poderoso, cuando de pronto me quedé mirando hacia abajo y vi que se fue incorporando también Satanás, de color rojo con sus cachos, de la forma que nosotros lo conocemos, como ha sido difundida su imagen en algunas culturas, especialmente la Colombiana, pero yo estaba como fuerte gigante, saque mi mano izquierda y luego saqué también la derecha y se las puse al frente, el comenzó a empequeñecerse, hasta que quedo como un ratoncito y salió corriendo por entre el agua hasta perderse.
Después de esto, fui a la iglesia a comentar las experiencias en visiones que había tenido, sin embargo, la iglesia no estaba preparada para este tipo de cosas, no había mucho discernimiento respecto al tema y muchos de sus fieles me dijeron que yo era un pobre “endemoniado”, y que esas experiencias eran consecuencia de mis actos y antagonismos, por tal motivo, no me prestaron atención, ni me tuvieron en cuenta. Esto no me ayudó a encontrar respuestas, sin embargo, no me desmotive, dejé las cosas como estaban y continúe unos días con ellos aportando mi trabajo en la obra, porque entre con mucha emoción y con mucha seguridad. Al poco tiempo baje a las aguas bautismales, fue un gran acontecimiento, enseguida también fui bautizado en el espíritu y recibí dones, entre ellos el de lenguas, y el discernimiento de las mismas, y fui lleno completamente de su Espíritu, una llenura extraordinaria del poder de Dios y comencé a sentir cosas maravillosas, a escuchar cosas hermosas y principalmente a darme cuenta de mi condición pecadora, mi vida era una carrera de hombre, con una meta clara de proyectar mi empresa para ser grande, con muchísimos empleados y enriquecerme, tener y tener, ser reconocido y acogido en el mundo, pero por obra del Señor yo vi que eso era inútil y banal y por lo tanto mengüe, me negué a mis anhelos y más bien me di a las cosas espirituales, así que inicie mi búsqueda para conocer a Dios de forma más personal, lo primero fue   entrar en ayuno largo, con el propósito de leer completamente la biblia, y así fue. Como resultado, tuve una gran bendición.
En mi segundo ayuno también de bastantes días, el Señor me arrebato al infierno y al cielo, tuve muchísimas experiencias espirituales. Sin embargo, seguía también mi carrera y mi trabajo, poco a poco las cosas se iban descomponiendo, el trabajo ya no era tan fructífero, la nómina se iba reduciendo, tuve muchas dificultades, yo no tenía idea de lo que estaba pasando con mi vida.  De pronto, los que me persiguieron, me atacan en la empresa lanzando varios disparos con armas, impactando en la fachada; me sorprendieron un día a las nueve de la mañana en la bodega de mi empresa, que estaba ubicada en el municipio de Soacha Cundinamarca. Cuatro pistoleros que me amordazaron y cubrieron mi rostro, encerraron a la secretaria y las empacadoras en el baño, logrando robarse más de diez millones de pesos de esa época (hace más de treinta años), esto  causa que quisiera nuevamente huir y esconderme, fueron momentos angustiosos, difíciles, pero ya estaba en el camino de Dios; y sucede lo que nunca pensé; las personas que me habían robado que eran mis exempleados, resultaron involucrados en un ajuste de cuentas entre sicarios, lo sé porque de pronto aparece un personaje y me dice: “yo lo conozco señor López, yo sé quién es usted”  también se quiénes son los que le robaron, y dónde está la mercancía, yo lo llevo a la bodega donde se encuentran”; y así me dirigió en el carro, escondido y amenazándome con un arma, lo que ignoraba este hombre, es que yo también estaba armado, llevaba en mi cinto con un arma calibre treinta y ocho largo. Me explica que lo que deseaba era vengarse de ellos, porque tenían deudas pendientes. Me dice, además, que, si yo daba la orden para matarlos, el junto con sus secuaces los mataban, que dependía de mi autorización, a lo cual le respondí de la siguiente manera:
“Mira varón yo no soy quien, para quietarles la vida, no puedo aceptar eso, mejor dejo que la justicia de Dios llegue sobre ellos”.
Él me dice que simplemente está pendiente, si deseo cambiar de idea, pero finalmente ellos terminan matándose entre sí.
Mientras tanto mi vida espiritual seguía en crecimiento, me habían dicho que yo era un hombre que tenía que seguir adelante porque Dios me estaba cuidando. Una pastora de esa congregación me dijo lo siguiente: “hermano Laurentino el Señor me dio una palabra; Ve y lee el salmo 91, toma por fe esa palabra y atesóralo en tu corazón”. Un tiempo después de estos problemas, yo continuaba armado para proteger mi vida, pero reflexione sobre el Salmo 91 y como en el habla del poder de Dios, y como salvaguarda a los que en Él confían, esto me llevo a creer y confiar en el poder de Dios, así que me dije: “si es cierto lo que esta biblia habla, y del poder de Dios, no tiene sentido que yo ande armado”, así que decidí no portar más mi arma.  En una oportunidad salí y me recosté en mi carro para hablar con unas personas, mientras estaba en esto, no me percaté de lo que sucedía a mi alrededor, sin embargo, algunos vecinos si notaron lo que estaba pasando y ellos mismos serian testigos de cómo ese día Dios había salvaguardado mi vida. Ellos me contaron lo siguiente: “Señor López ¿cómo puede ser tan confiado?, Tuvo a unos cuantos sicarios frente a Ud. sin embargo, increíblemente no lo pudieron identificar, ellos actuaban como si no lo vieran, si lo hubieran reconocido, seguramente no estaríamos contando el cuento”. Tan pronto escuché el acontecimiento, entendí lo que la pastora me había dicho: “Que Dios me guardaba”. Y así mi fe empezó a crecer.
Paso el tiempo y seguí laborando en la empresa, y al mismo tiempo seguía trabajado con el Señor. Llevé la palabra a mi hermana y el Señor la convirtió, al entrar en el camino del Señor tuvo su trato, y con el tiempo, Dios le permitió también recibir libertades en su vida, de igual manera el Señor la llama a servirle, permitiéndole tener visiones, entre ellas una muy importante, dado que es donde nace la IGLESIA TRINA “CRISTO ES”.

Nuestro Inicio

Siendo las once de la mañana y estando mi hermana en su casa, recibe esta visión: “Estábamos ella y yo en el segundo cielo tomados de la mano, esperando entre una multitud de personas que bajara el señor Jesucristo, pero yo le decía a ella:
No yo no quiero estar aquí, yo me voy, el señor Jesucristo está muy ocupado ¿yo que tengo que hacer aquí?
Ella me tomaba con fuerza de la mano y me decía que esperara. En medio de esto, de pronto se desapareció la gente y apareció una luz radiante muy grande y fuerte, que nos hizo bajar el rostro y se oyó una voz que dijo:
“Varona has lo siguiente: Dile a mi siervo que me habrá una iglesia y yo le pagare con creces, dile así, no de otra manera”. Una vez recibida la visión ella corrió a buscarme; así que cerca de la una de la tarde de ese mismo día, me contó lo que había visto, pero yo me resistí, cuestioné diciendo: No tengo estudios, no tengo formación pastoral, ¿quién soy yo para asumir una responsabilidad tan grande, siendo un simple hombre?
Ella me decía que veía un cambio regenerador en mí, que había llevado una vida muy pecadora, pero que el Señor me había restaurado y ahora me quería usarme, Él me había dado muchos dones y herramientas para servirle. Por un momento trato de convencerme, al no lograrlo se entristeció y me dijo: “En ti esta la decisión”, entonces respondí: “Si fue Dios quien te revelo su voluntad en mi vida, pues entonces el me confirmará lo que te envío a decirme. Ella quedo muy desanimada, y mientras tanto yo esperaba la confirmación.
Pasaron tres años, en los cuales yo seguí en el camino del Señor, separados de cuerpos con mi compañera, pedíamos a Dios que nos diera su bendición para ser esposos, tome la decisión de entrar a un ayuno largo, solicitándole que me guie y me confirme si ella puede ser mi esposa definitivamente, porque solo Dios sabe la intención del corazón de cada uno y si nos conviene estar juntos. Pasado el tiempo, el último día del ayuno, Dios me dice de la siguiente manera:
“Ve y cásate, porque ella también te está esperando”, y fui a su encuentro para contarle lo que el Señor me había dicho.
Al mismo tiempo mi futura esposa tuvo una visión que me contó, ella me dijo:
Me encontraba en un camino largo recto y me quedé mirando hacia un lado a un ángel muy pequeño que estaba metido como en una especie de cajoncito de vidrio muy hermoso, mirándolo fijamente me sonrió, traté de acercarme para cogerlo, pero el vidrio me lo impedía, de repente escuché una voz que me dijo:
“¿Oye, Para dónde vas? yo me quedé mirándolo y no le contesté.
Me dijo ¿cierto que tú estás buscando a Laurentino? y yo le contesté que sí, “entonces sigue derecho porque tú sabes que él está en ayuno y oración, tan pronto salga del ayuno él tiene una respuesta para ti”.
Ahí fue cuando el Señor me confirmó su respuesta, porque justo cuando yo salía ella estaba en la puerta y fue cuando le dije que el Señor nos había dado la victoria.
Después de casados inicie otro ayuno con la intención de confirmar el llamado del Señor en mi vida, si era real o no, y que debía hacer. El Señor me hablo después de muchos días y me confirmo que abriera su iglesia y él me pagaría con creces. Yo era muy responsable con los diezmos que guardaba de mi empresa, y los utilice para comprar asientos, micrófonos, y lo demás que se requiera para iniciar la iglesia junto con mi esposa.
Le pedí al Señor que me diera un nombre para la iglesia, pero este no sería copiado de la biblia, sino que el Señor directamente me lo entregaría; sin darme cuenta, empecé a pronunciarlo en lenguas repitiéndolo y repitiéndolo sin entender todavía claramente cuál sería el nombre, y es cuando en una calle me encuentro con un aviso de un tarro de pintura giratorio y me quedo mirando hacia arriba visualizando el nombre de la iglesia, “IGLESIA TRINA CRISTO ES” y discerní lo que hablaba en lenguas, ahora bien, teniendo el nombre que encierra todo, “Cristo ES”, era la hora de tener una personería jurídica para lo cual también acudí al Señor para entrar en el orden, quedando como presidente fundador y con número de resolución 727 del ministerio del interior. Mi primer trabajo fue la obra misionera, abriendo 19 iglesias de la mano del Señor, con una promesa para una emisora radial, la cual se cumplió muchos años después llamándose Encaminame radio, esta transmite a través de la web.
Quiero añadir que esta es una obra del señor, yo nunca me lo propuse, era un pecador, lo cual me obligo a buscarlo sin considerar que Él era real. Dios es quien me busca primero y se revelo a mi vida, y estoy muy agradecido porque no conocía mi destino y si no me rescata, mi vida hubiera quedado destruida, afortunadamente me restauró, me sostiene y me sostendrá porque esta es la obra de Él. Esta es una iglesia que habla palabra dura, como dice la epístola del Apóstol Pablo a Tito “reprendedlos duramente para que sean sanos en la fe”, esta palabra romperá en la parte intima, endurecida por el pecado en cada uno, como también dará amor y la asistencia en las necesidades que se presenten.
Esta es una iglesia de restauración Y de liberación, con mucha profundidad bíblica, bajo la dirección maravillosa del Santo Espíritu de Dios. Estará abierta para aquellos que creen y que desean continuar para encontrar la verdad, porque “la verdad conoceréis y la verdad os hará libres”, este un bonito principio para comenzar una nueva vida, así como el Señor hizo conmigo, Él les ayudara a transformar la vida de cada uno, “venid a las aguas” “venid a mi” para cumplir el propósito: niños, jóvenes, adultos, para ser salvos por la gracia, cumpliendo la voluntad del Señor con la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Actualmente contamos con 5 iglesias principales en Colombia. Conócelas
Su Pastor y amigo Laurentino López Aldana fundador presidente, llamado al ministerio Iglesia Trina “Cristo ES”